La liposucción es un procedimiento quirúrgico que se realiza para reducir o dar forma a los depósitos de grasa no deseados en el cuerpo. Durante el procedimiento, se succiona la capa de grasa debajo de la piel mediante una cánula. La liposucción puede ser necesaria en las siguientes situaciones y las personas que generalmente son aptas para estas situaciones son:

Acumulación de grasa en ciertas zonas

Las personas que tienen depósitos de grasa en determinadas zonas (por ejemplo, abdomen, caderas, muslos, rodillas, espalda, brazos, mentón, etc.) pueden considerar la liposucción. La grasa en estas áreas suele ser depósitos de grasa persistentes que son difíciles de reducir con dieta y ejercicio.

Corrección de la forma del cuerpo

La liposucción puede ser una opción para las personas que desean corregir el deterioro de la forma de su cuerpo debido a una acumulación de grasa no deseada. Esto se puede hacer para lograr una cintura más definida o una forma corporal más estética.

Recuperación después de la pérdida de peso

Después de una pérdida de peso extrema, la piel puede aflojarse y caerse. Se puede preferir la liposucción para lograr una apariencia corporal más firme eliminando el exceso de piel y las acumulaciones de grasa.

Fines estéticos

En general, la liposucción puede ser adecuada para personas que desean lograr una apariencia más estética y se sienten incómodas con acumulaciones de grasa en ciertas áreas de su cuerpo.


Candidatos adecuados para la liposucción:

  • Los que gozan de buena salud,
  • Aquellos que están cerca de su peso ideal,
  • Aquellos que llevan un estilo de vida generalmente saludable,
  • Aquellos que están preocupados por los depósitos de grasa no deseados.

Sin embargo, la liposucción no es un tratamiento para la obesidad y no es adecuada para personas con sobrepeso u obesidad. La liposucción a menudo se realiza para mejorar la forma del cuerpo y reducir los depósitos de grasa rebeldes en ciertas áreas.